Sunday, March 25, 2007

EL ARTE NEOCLÁSICO Y EL ROMANTICISMO (TEMA 9)

EL NEOCLASICISMO Y GOYA

- La decadencia y eventual caída del antiguo régimen trae consigo el final del Rococó y el resurgir de los ideales Neoclásicos.

- Por otra parte, el lenguaje del Barroco está agotado y se repite una y otra vez desde hace décadas.

- Los nuevos descubrimientos arqueológicos también atraen la curiosidad hacia las formas clásicas.

- Los revolucionarios lo adoptan como su nuevo lenguaje y el imperio napoleónico lo utiliza como se decorado ideal.

ARQUITECTURA NEOCLASICA

- El modelo adoptado es más el griego que el romano.

- La columna vuelve a recuperar su importancia. Se prefiere el orden Jónico o el Dórico con fuste acanalado.

- Los frontones se llenan de nuevo de imágenes.

- De Roma se conserva su concepción del espacio y las cúpulas.

- Predomina la copia antes que la innovación.

ARQUITECTURA NEOCLASICA EN ESPAÑA

- Tiene que vencer una pesada inercia del barroco.

- Se introduce gracias al impulso de las Academias a mediados del siglo XVIII.

- Carlos III emprende una profunda campaña de modernización urbanística introduciendo arcos de triunfo, grandes avenidas y plazas, jardines, etc.

- Se generalizan los trazados regulares de calles y avenidas.

- Diseño del nuevo Madrid.

- JUAN DE VILLANUEVA (1739-1811) estudia 7 años en Roma lo que define su obra. Levanta cerca del Escorial la Casita de Arriba y la de Abajo. Le encargan el Museo de Historia Natural (hoy el Prado) y las portadas del Museo Botánico y el Observatorio Astronómico.

La Casita de arriba

Museo del Prado (1785)

- Ladrillo y piedra y los contrastes de sombra y luz.

ESCULTURA NEOCLÁSICA

La escultura monumental pierde la libertad refugiándose en nichos y frontones en la forma de relieves sin vida, un tanto abstractos.

Los temas religiosos son sustituidos por temas mitológicos. Clara tendencia a lo ideal sublimándolo. Los modelos al natural son retocados por los escultores.

Abunda el retrato idealizado.

- ANTONIO CANOVA (1757-1822)

- Es una víctima del Neoclasicismo como demuestra su obra barroca, llena de vida, anterior a su adopción del neoclasicismo.

- Es el mayor técnico después de Bernini.

- Su aprendizaje lo realiza en Italia, sobre todo en relieves. Cuando conoció los originales ya avanzada su carrera, descubrió la vida que estas obras rezumaban.

- Jasón con el vellocino de oro

- Teseo y el Minotauro

- Perseo y Medusa

- Las tres gracias

- Eros y Psique

- El amor y psique

- Hebe, la escanciadora

- Por encargo de los papas Clemente XIII y Clemente XIV creando un nuevo estilo de tumbas de gran monumentalidad en la que los personajes se dirigen hacia una puerta oscura con tristeza, pero gran dignidad.

- Tumba de María Cristina en Viena

- Como retratista, de París desarrolla desde 1802 un intenso trabajo bajo las directrices de Napoleón.

- Napoleón Bonaparte como Marte el Pacificador

- Paulina Bonaparte Borghesse retratada como Venus Victoriosa tendida en una Chaisse Longe estilo imperio.

- Leticia Bonaparte

PINTURA NEOCLASICA

- Al carecer de referencia en el mundo clásico se inspira en el relieve.

- El color es convencional y se usa la grisalla.

- La luz es una claridad difusa.

- El dibujo se vuelve académico y muy acentuado.

- Los temas son clásicos y medievales.

- La Academia lo controla todo.

- Se modela del natural, pero se “corrigen” los modelos.

- Predomina el dibujo.

- El Estado es mayor mecenas del arte al que utiliza como método de propaganda. En especial, Napoleón.

- El Neoclasicismo convive con un Rococó terminal y con un naciente Romanticismo.

JEAN JAQUES DAVID 1748-1825

- Verdadero introductor del Neoclasicismo.

- La ausencia de modelos clásicos hace que se inspire en los relieves:

- Falta de profundidad.

- Personajes alineados en líneas paralelas.

- Gran entusiasmo en temas de historia antigua.

- Autorretrato

- El juramento de los Horacios

- Las sabinas

- Paris y Helena

- Soldados llevándose el cuerpo del hijo de Bruto

- Estudio desnudo de Hector

- La muerte de Sócrates

- Antíoco

- Belisario

- Su compromiso con la revolución lo lleva a convertirse en uno de los pintores de la Corte y a dirigir con mano férrea la Academia de Artes.

- Cuando el Napoleón es desterrado, David se exilia en Bruselas y no es capaz de pintar.

- La muerte de Marat

- Napoleón atravesando los Alpes

- El retrato es una de sus facetas más apreciadas

Napoleón en su estudio

- Madamme Recamier

- Retrato del Conde Potoki

GOYA

SIGNIFICACIÓN SOCIAL

- Remarcar cómo evoluciona su estilo con la sordera, primero, y posteriormente con la guerra.

- Biografía entre dos mundos: el absolutismo y el liberalismo.

- Por su cuna, es de familia artesana, se identifica con la ideología revolucionaria, pero los excesos de los franceses en la guerra lo repelen.

- Su cariño por la clase popular se plasma en sus manolas y sus cuadros patrióticos. En cambio, su desprecio por la monarquía se aprecia claramente en sus retratos de la familia real.

- Critica por igual la crueldad de la guerra (desastres) y ciertas tradiciones (boda aldeana)

EVOLUCIÓN ARTÍSTICA

1ª Etapa optimista Los primeros 47 años de su vida, (hasta 1793)) su obra es anodina, de segunda fila, lento en el aprendizaje, en constante . Precisamente por eso es, al tiempo, un pintor realista y un artista fantástico, sin que su fantasía deje de ser una máscara de la realidad.

- Colores rojos y grises, factura acabada, dibujo continuo y temas amables.

- Creciente número de personajes en sus obras (quizá por influjo velazqueño)

Viaja a Italia 1770

Bayeu, su maestro y cuñado lo introduce en Madrid. 1775. Trabaja en la Fábrica de Tapices de Santa Bárbara.

El parasol, La vendimia, La gallina ciega, Un paseo por Andalucía, La nevada, El pelele.

Autorretrato 1775

2ª Etapa de sufrimiento: visión patética, creciente presencia del negro, factura de manchas y dibujo roto, temas dramáticos o de fantasía sombría.

- Como retratista se vuelve más fino

El Milagro de San Antonio

Detalle del Milagro de San Antonio

1786 Carlos III en ropa de caza

1795 Duquesa de Alba

Marquesa del Carpio

1798 G.M. de Jovellanos

1800 La condesa de Chinchón

1800 Carlos IV y su familia

3ª Con motivo de la guerra, desaparece el colorido. Aparece el negro, la mancha gruesa el dramatismo en los gestos y las manos crispadas.

El Coloso

1808 La carga de los Mamelucos

Los desastres de la guerra

1814 Fernando VII

1819 Ultima comunión de San José de Calasanz

1825 La lechera de Burdeos

LA OBRA

- A) COSTUMBRISTA: gracia rococó y encanto formal de los ingleses. Luz y paisajes velazqueños. En los tapices.

- B) RETRATOS: actividad constante. Penetración sicológica pareja a la perfección formal de sesgo casi inglés.

- C) TEMAS RELIGIOSOS: tratados como escenas populares y cortesanas salvo contadas excepciones (prendimiento cat. Toledo).

- D) TEMA PATRIÓTICO: auténticas epopeyas del movimiento y el dolor con enorme contenido simbólico.

- E) PINTURA NEGRAS: expresividad del no-color para crear atmósfera de crítica social. El coloso y dos viejos comiendo sopa, Saturno devorando a sus hijos: mundo poblado por miedo y superstición, rostros brujescos, procesiones nocturnas…

- F) GRABADOS Y DIBUJOS: Seguidor de Durero y Rembrant. Caprichos (compañeros de pinturas negras) Desastres de la guerra, Tauromaquia. Al final usa LITOGRAFIA

TRASCENDENCIA DE SU OBRA

- ANTECEDENTES: Velázquez, Durero, El Bosco, Valdés Leal.

- APORTACIONES:

- Rechazo al Neoclasicismo: frente al dibujo, el color; frente al academicismo, la mancha.

- La crítica social, el simbolismo.

- Todas las escuelas posteriores beben en él.

- El expresionismo, en su busca de pintar símbolos abstractos, es heredero directo de Goya.

EL MOVIMIENTO ROMÁNTICO

- La revolución francesa es imparable. Pese a la Restauración en 1814, la juventud intelectual sigue teniendo como modelo los valores revolucionarios. De esa semilla nace el Romanticismo que convive con las tendencias Neoclásicas de las Academias durante la primera mitad del siglo en dura pugna.

- Libertad, rebeldía, exaltación del pueblo, representación subjetiva del paisaje.

- Estos aires artísticos son duramente rechazados por los conservadores academicistas partidarios de un arte productor de armonías formales.

EL ROMANTICISMO PICTÓRICO FRANCÉS

- Los románticos han aprendido en los talleres neoclásicos. La pintura romántica rechaza el convencionalismo neoclásico y retoma los valores barrocos.

- A) recuperación de la potencia sugestiva del color en detrimento del dibujo neoclásico (recordar a Goya)

- B) Luces vibrantes y manchas que destruyen la forma definida.

- C) Composición dinámica de posiciones convulsas.

- D) Culto al paisaje como recurso para plasmar luces y nubes eléctricos.

- E) Temas de revoluciones políticas y desastres.


EUGENE DELACROIX 1798-1863

- Discípulo del neoclasicista GUERIN con GERICAULT. Influido por RUBENS y los VENECIANOS.

- 1822 La barca de Dante. Aceptada en el Salon provoca gran controversia.

- 1824 La matanza de Quios. Repite controversia. Color y movimiento.

- 1827 La muerte de Sardanápalo

- 1830 La libertad guiando al pueblo de tema patriótico

- 1832- etapa de temática oriental y musulmana.

- Técnicamente su paleta evoluciona constantemente de los colores terrosos de 1820 hasta los más potentes (amarillo, rojo, naranja, azul, verde…) pero lo más importante es el gesto

- Otras obras: Chica sentada en el cementerio, Odalisca, Desnudo (mile rose)

Friday, November 10, 2006

LA GUERRAS MÉDICAS

Guerras Médicas es el nombre con que se conoce el enfrentamiento entre los antiguos griegos y el imperio Persa, durante el siglo V adC.
Antecedentes
En las costas occidentales de Asia Menor las colonias griegas que se dedicaban principalmente al comercio, que habían logrado gran prosperidad e independencia. de estas ciudades jónicas terminó cuando cayeron una tras otra en manos del rey Creso de Lidia, y fueron obligadas a pagarle tributo. La situación empeoró cuando el reino de Lidia cayó en manos del rey persa Ciro, en el 546 adC, y las ciudades griegas siguieron el mismo destino.
En 499 a JC, las colonias piden ayuda a la metrópolis y sólo Atenas y Eretria responden. Tras la destrucción de la capital de la provincia, Darío reacciona violentamente y destruye Éfeso y reconquista la provincia y desembarcaron en la llanura de Maratón. Los espartanos no llegaron a tiempo. Los atenienses, no obstante, eludieron el intento de ruptura de su frente y derrotaron al enemigo capturando siete de sus barcos.
La segunda Guerra Médica
Temístocles retoma el mando y establece un pacto de defensa que pone el control de sus ejércitos bajo el mando de Esparta (481 adC).
Tras la muerte de Darío, su hijo Jerjes subió al poder y tras sofocar revueltas en Egipto y Babilonia volvió su vista hacia los griegos. Mucha ciudades aceptaron someterse, pero los atenienses y espartanos, no.
Las Termópilas
El poderoso ejército de Jerjes, que se estima en unos 60.000 o 70.000 hombres cruzó el Helesponto mediante un puente de barcas. Las tropas helenas decidieron detenerlos el máximo tiempo posible en el desfiladero de las Termópilas.
En este lugar, el rey espartano Leónidas I situó a unos 300 soldados espartanos y 1.000 más de otras regiones. Pese a la superioridad numérica, los defensores no se rindieron a las demandas de Jerjes y, aprovechado la estrechez del desfiladero tan estrecho los persas no podían usar su famosa caballería, y su superioridad numérica quedaba bloqueada, pues sus lanzas eran más cortas que las griegas. La estrechez del paso les hacía combatir con similar número de efectivos en cada oleada persa, por lo que no les quedó más opción que replegarse después de dos días de batalla.
Pero ocurrió que un traidor, llamado Efíaltes, condujo a Jerjes a través de los bosques para llegar por la retaguardia a la salida de las Termópilas.
Salamina
Con el paso de las Termópilas franco, toda la Grecia central estaba a los pies del rey persa. A pesar de ello, Temístocles aún tenía un plan: atraer a la flota persa y entablar batalla en Salamina, con una estrategia que lograría vencerles. Cuenta la leyenda que Temístocles se hizo pasar por traidor ante el rey de Persia, incitándolo a una victoria segura en Salamina, pero esta anécdota es probablemente falsa.
Lo cierto es que Jerjes decidió entablar combate naval, utilizando un gran número de barcos, muchos de ellos de sus súbditos fenicios. Sin embargo, la flota persa no tenía coordinación al atacar, mientras que los griegos tenían perfilada su estrategia.
Fin de las Guerras Médicas
Temístocles quiso llevar la guerra a Asia, enviar allí la flota y sublevar las colonias jónicas contra el rey de Persia, pero Esparta se opuso, por el temor de dejar desprotegido el Peloponeso.
Por estas razones, la guerra continuó en Europa, volviendo el ejército persa a invadir el Ática en el año 479 adC. Al enterarse de que el ejército se dirigía contra ellos, los persas se retiraron hacia el Oeste, hasta Platea. Dirigidos por su regente Pausanias, conocido por su sangre fría, los espartanos lograron otra estruendosa victoria sobre los persas, capturando de paso un gran botín que les estaba esperando en el campamento persa. Junto a la victoria en Platea, ocurrió poco tiempo después el hundimiento de la flota persa en Micala, que fue además la señal para el levantamiento de los jonios contra sus opresores. Los persas se retiraron de la Hélade, poniendo así fin a los sueños de Jerjes de conquistar el mundo helénico. De esta forma las Guerras Médicas, que enfrentaron por primera vez a Oriente y a Occidente, llegaron a su fin.

Saturday, November 04, 2006

LAS GUERRAS PÚNICAS

Como guerras púnicas son conocidas, las luchas entabladas entre los pueblos cartagineses y romanos hacia los años 264 al 146 a.C. A nivel histórico las luchas entre Cartago y Roma las podemos dividir en:
PRIMERA GUERRA PUNICA 264-241 a.C.
El desencadenante de la primera guerra púnica lo encontramos, en la luchas continuas por la posesión de la isla de Sicilia. En el año 264 a.C. los romanos son llamados por sus vecinos de la isla los mamertinos para defenderse de los siracusanos y los cartagineses que amenazaban su independencia. Los romanos obtuvieron así el pretexto de iniciar sus conquistas en el mediterráneo y norte de África.
Tras las primeras escaramuzas de fortuna variable, la toma de Agrigento decanta la suerte de la guerra a favor de los romanos que consiguen la conquista de Cerdeña, Córcega, Malta y Lípari. Los cartagineses sólo son capaces de evitar una derrota total con el apoyo de rey espartano Jantipo hasta que Amilcar Barca por falta de hombres y dinero para pagar a sus mercenarios, obligaron a Cartago a firmar una paz de condiciones durísimas.
GUERRA DE LOS MERCENARIOS 242-230 a.C.
Expulsado Amilcar Barca de Sicilia, pasó al norte de Africa con unos 20.000 hombres quienes, ante la falta de pago, se rebelaron contra los cartagineses y defendieron la independencia de los libios. Al mismo tiempo y viendo los problemas de Cartago en el norte de África, se sublevaron los pueblos del sur de Hispania, por lo que fue necesario mandar más tropas para sofocar la rebelión. Desembarcan las tropas en Cádiz, única plaza en poder de los cartagineses, al mando de Amilcar Barca, su hijo Anibal y su yerno Asdrúbal, que deciden definitivamente reconquistar la península ibérica y obtener así numerosos recursos y mercenarios para continuar sus luchas.
Muerto Amilcar, nueve años después, le sucede Asdrúbal quien firma un tratado de paz con los romanos, fijando los límites de las conquistas en el río Ebro y la promesa de respetar las colonias griegas de la Península.
SEGUNDA GUERRA PUNICA 218-201 a.C.
Muerto Asdrúbal, asesinado por un esclavo galo, después de la fundación de Cartago Nova, le sucede Anibal, que deseoso de combatir a Roma rompe el tratado de su tío y ataca Sagunto, colonia de origen griego. Aníbal forma un ejército de unos 90.000 infantes, 12.000 jinetes y 37 elefantes y atraviesa el río Ebro en dirección a los Pirineos, dejando en Hispania a su hermano Asdrúbal al mando de unos 25.000 hombres.
Después de una épica marcha en la que tiene que combatir, a las tribus situadas al norte del río Ebro, a los galos, a las continuas deserciones de sus hombres y a las cuantiosas bajas sufridas en el paso de los Alpes, Aníbal logra llegar a la península Itálica con un reducido ejército de unos 26.000 hombres. Atravesando el río Ródano, consiguen la victoria en la batalla de Tesino en el año 218 a.C. Vencen nuevamente, al mando de Magón, en la batalla de Trebia y, en el año siguiente, en el lago Trasimeno, sobre el cónsul Flaminio.
Llegado este momento, Roma comienza a verse en peligro, por lo que coloca en el consulado a Terencio Varrón quien provoca la batalla de Cannas. En esta batalla, 2 de Agosto de 216 a.C Anibal derrota nuevamente a los romanos pero pierde un tercio de sus tropas y opta por invernar en Capua y no dirigirse a Roma. Este gesto prudente resultó ser un grave error.
Los refuerzos enviados desde Hispania por su hermano Asdrúbal son derrotados, por lo que Aníbal quedó aislado en Italia y se dirigió al país de los Abruzos.
Entretanto, Escipión acabó la conquista total de la península ibérica con las tomas de Cartago Nova (209 a.C.), Gades (206 a.C.) y Menorca (203 a.C.). Se entabla entonces, la última gran batalla del general cartaginés, en la que con clara inferioridad, lucha hasta la extenuación y es derrotado en Lama, lo que supone el fin del imperio cartaginés que debe firmar una paz con unas condiciones humillantes que a la larga desencadenarían un rebrote de las hostilidades contra Roma.
TERCERA GUERRA PUNICA 149-146 a.C.
Pasa medio siglo en el que Cartago vuelve a recuperar parte de su antiguo esplendor y por consiguiente, vuelve a generar el recelo de los romanos lo que da argumentos a Catón el censor, que al ver las riquezas de los cartagineses, instiga al Senado romano para organizar la conquista de Cartago. El ejército romano desembarca en Utica y comienza la tercera guerra púnica, que se limita a la heroica defensa de la ciudad de Cartago entre los años 149 al 146 a.C. y en la que Roma no consigue doblegar la resistencia de los cartagineses y no les queda más recurso que mandar a su general más destacado, Publio Cornelio Escipión Emiliano quien, en el año 146 a.C. Néferis y cerca definitivamente Cartago, iniciando posteriormente, el último asalto a la ciudad. Los 50.000 habitantes de la misma, consiguen salvar la vida, mientras que Asdrúbal con sus tropas se refugia en el templo de Esculapio, donde resiste varios días el ataque de los romanos hasta que, tras un intento fallido de firmar la paz sus propios soldados incendian el templo y se arrojan a las llamas antes de rendirse a los romanos. Acaban así, siete siglos de existencia de una ciudad como Cartago y esto marca el dominio definitivo del pueblo romano en el norte de África en contraposición de los intereses, meramente mercantiles de los cartagineses.

IMPERIO ROMANO

Las Guerras Púnicas obligaron a Roma a salir de sus fronteras naturales, la península Itálica, y poco a poco adquirió nuevos dominios que debía administrar, como Sicilia, Cerdeña, Córcega, Hispania, Iliria, etc.
Los dominios de Roma se hicieron tan extensos que pronto fueron difícilmente gobernables por un Senado incapaz de moverse de la capital ni de tomar decisiones con rapidez. Asimismo, un ejército creciente reveló la importancia que tenía poseer la autoridad sobre las tropas, de cara a obtener réditos políticos. Así fue como surgieron personajes ambiciosos cuyo objetivo principal fue el poder. Este fue el caso de Julio César, quien no sólo amplió los dominios de Roma conquistando la Galia, sino que desafió por vez primera la autoridad del Senado romano.
El Imperio Romano como sistema político surgió tras las guerras civiles que siguieron a la muerte de Julio César, en los momentos finales de la República romana.
El Imperio de Augusto (31 ad C-14 d C)
César Augusto
Octaviano, más conocido como Augusto, aprendió de la caída de Julio César y evitó sus errores. Con la victoria de Octavio sobre Marco Antonio, la República se anexionó de facto las ricas tierras de Egipto, .
En el año 27 ad C se estableció una ficción de normalidad política en Roma, otorgándosele a Agusto, por parte del Senado, el título de Imperator Caesar Augustus (emperador César Augusto).
En el plano militar Augusto estabilizó las fronteras del Imperio Romano en lo que el consideraba debían ser sus límites máximos de extensión en el norte. El limes Elba-Danubio. Así mismo, finalizó la conquista de Hispania doblegando las últimas tribus celtibéras y particularmente a los cántabras que aun se mantenían rebeldes. Hacia el 17 adC Hispania al completo pasa a dominio romano quedando el territorio organizado en tres provincias.
En el norte Augusto también obtuvo grandes victorias adquiriendo para el Imperio Germania Magna cuyos limes se extendían a lo largo del eje de frontera Rin-Danubio. Augusto recomendó a su sucesor Tiberio que no tratara de extender más allá sus fronteras.
Dinastía Julio-Claudia: los sucesores de Augusto (14-69 dC)
Los sucesores de Augusto no demostraron ser especialmente dotados, evidenciando las debilidades de un sistema dinástico hereditario. Tiberio, Calígula y Nerón fueron especialmente despóticos, dejándose llevar incluso por excesos de locura. Tan solo Claudio, emperador después de Caligula, fue la excepción. A pesar de su apariencia torpe, cojeaba, tenía un tic y era tartamudo fue uno de los emperadores más competentes que tuvo Roma. Su sucesor, Nerón acabó rebelándose contra la ambición de su propia madre mandándola matar. Sus locuras terminaron por ser su perdición por lo que no resulta extraño que en el 68 perdiera el control de varias legiones y ya, sin apoyo alguno y con un Senado deseoso de nombrar a un substituto, el emperador acabó por suicidarse.
Dinastía flavia (69-96 dC)
El imperio entró en una breve anarquía, en la que en un mismo año (69) hubo cuatro emperadores romano hasta que el general Vespasiano pusiera fin al caos. Su mandato se reveló positivo para el Imperio. La sucesión al trono así mismo parecía asegurada dado que tenía dos hijos Tito y Domiciano.
Tito posee una brillante carrera militar en la guerra judía pronto empezó a manifestar caprichos que conducían a la tiranía. Tito gozó de poca popularidad hasta la inauguración del Anfiteatro Flavio, el Coliseo. Paro murió poco después. A su muerte le sucedió Domiciano quien resultó ser igual o peor que los déspotas que le habían precedido. Aplastó a los germanos, pero compró la paz con los dacios; en política interior, acosó al senado, a los cristianos, a su propia familia y acabó comportándose como un tirano paranoico temiendo conspiraciones por todas partes hasta que fue asesinado por su propia guardia pretoriana.
Los emperadores adoptivos o antoninos. (96-180 dC)
Con la muerte de Domiciano empieza la era más grande del Imperio, el mayor periodo de estabilidad política y buena administración como nunca tuvo ni volvería a tener. Por primera vez al Senado Romano se le da la potestad de elegir sucesor y elige a Nerva el año 96, un anciano perteneciente a la nobleza senatorial italiana y sería el último emperador italiano de familia y de nacimiento. Su mayor mérito fue elegir al mejor sucesor posible, Marco Ulpio Trajano, un patricio afincado en la Bética y ascendió al trono en el. Con él, el Imperio Romano consiguió su mayor extensión con las nuevas adquisiciones de la Dacia, Arabia, Mesopotamia, Asiria y Armenia. El imperio llegó a abarcar desde Gran Bretaña al Desierto del Sahara y desde la Península Ibérica al río Éufrates.
Adriano fue el afortunado sucesor de Trajano, quien se encargó de consolidar las conquistas de éste renunciando a los ambiciosos planes de conquista de su predecesor. Devolvió Mesopotamia a los partos y afianzó la Dacia y la Britania romanas, en esta última con la construcción del famoso muro de Adriano al que da nombre. Durante el reinado de los antoninos se volvió a tener en cuenta la voz del Senado como en tiempos de Augusto
Bajo los sucesores de Adriano, Antonino Pío y Marco Aurelio, se produjeron ya los primeros ataques importantes sobre las fronteras romanas sobre todo por parte de los germanos, especialmente los cuados y marcomanos (ver Guerras Marcomanas) y los partos y se producen también los primeros y únicos contactos directos entre Roma y China. Entre el 168 y el 180 la peste antonina azotará el Imperio con virulencia llegando a provocar en Roma picos de mortalidad de hasta 2.000 defunciones diarias. El propio Marco Aurelio perecerá finalmente víctima de la propia peste en medio de su campaña del Danubio contra los Marcomanos.
El emperador filósofo Marco Aurelio rompió la sabia tradición instaurada con Nerva y dio la sucesión a su propio hijo, Cómodo (180-192 dC), esperando que éste concluyera su ambiciosa operación de castigo con la que pretendía incorporar dos nuevas provincias al imperio, Marcomania y Sarmatia. Pero Cómodo, muy al contrario, ofreció rápidamente la paz a los germanos, quienes, agotados, la aceptaron enseguida
Cómodo, tirano y poco competente, se revela como nefasto y despreocupado de los problemas del pueblo y en las fronteras, ocupándose más por divertirse con los juegos, orgías y todo tipo de pasatiempos bélicos y obscenos. La situación de dejadez imperial agrava el malestar en la corte hasta que el emperador es finalmente asesinado.
Dinastía de los Severos (193-235 dC)
Tras un breve periodo anárquico Septimio Severo, militar no perteneciente a la aristocracia romana, consigue establecer una nueva dinastía el año 193. Alejandro Severo es el último emperador de esta línea hereditaria, dando paso a la tercera anarquía. A partir de ahora se suceden en el trono varios emperadores que llegan al poder gracias a haber subido en el escalafón militar por méritos sin ser necesariamente de procedencia noble. El primer emperador de esta nueva era es Maximino el Tracio, hijo de campesinos y procedente de una zona de la actual Serbia.
Crisis del siglo III (235-284 dC)
Esta crisis marcará el inicio de la lenta pero inexorable decadencia del Imperio hacia su colapso final. Durante los 50 años que dura, Roma ve vestir la púrpura a 35 hombres distintos, la mayoría de ellos generales destacados que asumen el poder de la totalidad o de parte del Imperio, generalmente coronados por sus propias tropas. Pocos emperadores de esta época mueren por causas naturales. La crisis se ve acentuada por el azote entre el 251 y el 266 de la terrible peste. Esta situación de caos propicia que:
• El año 260 Póstumo proclame la independencia del Imperio Galo (Galia, Britania, e Hispania).
• El 266 Zenobia se proclama Reina de Palmira haciéndose con el control de Siria y Egipto en Oriente.
• Las tribus danubianas y sus incursiones bárbaras se hacen cada vez más osadas.
Sólo la intervención de Aureliano derrota a Zenobia en el 272 y a Tetrico I (el último emperador de la Galia) en el 274, restaurando la unidad del imperio, y siendo proclamado en Roma como restitutor, lo cual no le salvará de morir asesinado también por su guardia.
Sus sucesores, emperadores-soldado, logran estabilizar el Imperio aun a costa de una gestión desigual.
La tetrarquía (285-324 dC)
No es hasta Diocleciano cuando, por fin, se pone freno a la Anarquía que ya duraba más de medio siglo gracias a las profundas reformas que efectúa. Con él empieza el bajo imperio. Diocleciano recupera el culto al emperador a fin de sacralizar la figura del mandatario supremo evitando así su trivialización y que pudiera ser objeto de las más viles traiciones como había sido costumbre durante la tercera anarquía. Así mismo, decide finalmente dividir, en el 286, los dominios de un imperio que se había hecho difícilmente gobernable y reestructurar su organización territorial y de gobierno imponiendo la tetrarquía.
Diocleano nombro dos Augustos y dos Césares. El Augusto de Oriente era el mismo, con capital en Nicomedia, mientras que el Augusto de Occidente era su amigo Maximiano, con capital en Milán.
Imperio cristiano (324-395 dC)
La muerte de Diocleciano origina la desintegración del Imperio Romano de Occidente sus territorios se constituirán en diversos reinos dominados, cada uno, por una élite de invasores. Constantino I el Grande, hijo de Constancio, volvió a unificar el imperio en el 324 tras derrotar a su rival Majencio en la batalla del Puente Milvio, venció a sus oponentes bajo la bandera de una nueva religión, el cristianismo, y estableció la capital de todo el imperio en la renombrada Constantinopla, antigua Bizancio.
A su muerte, el imperio se repartió entre sus tres hijos quienes pronto comienzan una guerra fratricida que culmina con la victoria de Constancio, el arriano, que queda como emperador único de todo el Imperio Romano.
Valentiniano I volvió a partir el imperio en el 364 recuperándose nuevamente su unidad con Teodosio I, el último emperador conjunto, en 392. A su muerte en 395 la separación del imperio se hizo por fin irrevocable. Su hijo Honorio heredó la parte oeste y Arcadio la parte este del imperio.
El último emperador de Roma, Rómulo Augústulo hijo de un general de Atila, fue depuesto en 476 por Odoacro hijo también de otro general de Atila, y rey de los hérulos, pero el Imperio Romano de Oriente continuó hasta 1453, año en que los turco-otomanos tomaron Constantinopla.

APUNTES TEMPLO GRIEGO

El templo griego. Evolución y características generales.
Desde el origen de la revolución urbana que tuvo lugar en el Próximo Oriente más de dos milenios antes de la aparición de las ciudades griegas, uno de los elementos clave que distinguen la ciudad y la separan de la aldea prehistórica es la presencia de unos edificios especiales: el templo, eje de la vida religiosa, y el palacio, sede del poder civil.
Cuando se estructura la ciudad griega, en la época arcaica, el poder real ya ha desaparecido del mundo helénico, sustituido por los grupos aristocráticos, que son los que detentan el poder; no hay pues, palacio en las ciudades griegas. Los únicos edificios que destacan por encima de la mediocridad constructiva de las viviendas particulares son los templos, ya que tampoco existen edificios monumentales destinados a la vida civil colectiva, que no aparecerán hasta más tarde, cuando el proceso histórico esté más maduro. Nunca alcanzarán, sin embargo, la magnitud de los templos. Así, en la historia del arte griego, tratar de la arquitectura es tratar de los templos, ya que no hemos de ocuparnos de aquellas construcciones que están al margen de los problemas estéticos, como es el caso, por ejemplo de las murallas y fortificaciones.
El templo griego es una creación de la época arcaica, basada en elementos anteriores. Los edificios anteriores al siglo VII eran en buena parte de madera y no se han conservado. Además, la continuidad de los lugares sagrados, obligó a edificar los templos nuevos sobre los antiguos, borrando sus vestigios. Sólo podemos conocerlos cuando la piedra y el mármol se imponen como elementos constructivos, y este fenómeno aparece cuando nace la polis. La sustitución se hizo de forma gradual, y Pausanias todavía vio columnas de madera en algunos templos.
No se puede hablar del templo griego hasta los años finales del siglo VIII. Hasta entonces, el escenario del culto consistía un espacio acotado (témenos) o bien en simples casas donde se efectuaban las reuniones religiosas. Las primeras ceremonias religiosas se celebraban al aire libre, probablemente dentro de cierto marco sugerido por la conformación natural de las inmediaciones, por ejemplo un claro en medio de bosquecillos, es decir, dentro de un marco cercado, pero no construido. Cabe suponer que el punto de partida de la construcción de un refugio o casa para el ídolo (símbolo de la deidad) debe haber sido el reemplazo de un objeto puramente natural (una piedra especial, por ejemplo) por un símbolo antropomórfico.
El templo griego está destinado exclusivamente a ser morada de la divinidad y cobijo de la imagen del culto a que estuviese dedicado (casa de un dios o de una antigua fuerza natural que se materializa en una estatua antropomórfica). Esta morada protectora del dios no daba cabida a los fieles, cuyo acceso les estaba prohibido. No se celebraba liturgia alguna en el interior. Las ceremonias, sacrificios y ofrendas se realizaban delante del templo, donde se colocaba el altar, permaneciendo su puerta abierta y así podían contemplar a su divinidad.
El tratamiento espacial que puede haber recibido el templo en los estadios primitivos debe haber sido muy limitado (acorde con la estatua alojada en él). Cuando la estatua es grande, el edificio requiere también grandes dimensiones. Externamente, la envoltura arquitectónica se convirtió en símbolo del esplendor y grandeza de la deidad, y en este proceso quedó establecida la forma particular de tratamiento que estaba destinada a desempeñar un papel integral en el diseño de los templos griegos en toda la historia de su desarrollo. Así como la vivienda humana debe partir de su estructura interna e incluso sus vanos se generan desde dentro, el templo, por el contrario, carece de complejidad interna y por lo tanto toma como punto de partida el efecto externo, como envoltura del ídolo que se aloja en él, no como sede de una asamblea de fieles. Incluso en sus estadios más avanzados, el templo griego no fue nunca un lugar de reunión y sólo ofreció las comodidades indispensables para el ritual. Cualesquiera que fueran los cambios operados en lo relativo a su tamaño y estilo, nunca dejó de prevalecer su aspecto externo, concebido más escultórica que arquitectónicamente.
El vínculo conocido más importante entre la morada construida para los dioses y la construida para el hombre, en tierras griegas, es tal vez el megarón de los palacios de Micenas y Tirinto. Y aunque el complejo doméstico de los palacios micénicos se halla rodeado de otros elementos y sólo permiten un tratamiento frontal, el espacio diferenciado del vestíbulo y del porche del megarón es un antecedente digno de destacarse de la posterior estructura del templo griego. Aunque ambos tenían una planta similar, el megarón, a diferencia del templo griego, formaba parte de un conjunto doméstico orgánico, mientras que el templo es una unidad aislada, abarcable por la vista por todos sus lados, como una escultura.

Tipos de planta
Prototipo básico del templo dórico (el más corriente en Grecia) era un simple templete consistente en una celda con un sólo techo, con una entrada en la pared del Este. A partir de esta forma primitiva, se desarrolló la serie de tipos de templo que Vitrubio clasificó de acuerdo con la disposición de las columnas, señalando cuatro tipos generales: "in antis", "próstilo", "anfipróstilo" y "períptero".
El factor común a todos estos tipos es la cella rectangular, que se mantuvo sin cambios importantes a lo largo de la historia del templo griego. La introducción de columnas internas en una etapa relativamente temprana no puede considerarse como una modificación orgánica.
Otro criterio para clasificar los templos es el número de columnas que presentan en el frente; así, los perípteros reciben el nombre de hexástilos, octóstilos, decástilos y dodecástilos, siendo el primero la forma más común y la mínima para el tipo de templo períptero. La disposición octóstila es rara y su ejemplo más característico es el Partenón.
En términos generales, el templo períptero se compone de una cella rectangular que contiene dentro de su volumen una organización variable de estancias y que generalmente tiene tres naves separadas por dos filas de columnas. En torno a ella se levanta la pantalla de columnas, las cuales, junto con su entablamento, constituyen el "orden". El conjunto se cubre con un tejado a dos vertientes con un frontón a cada lado. La estructura de las paredes de la cella y la columnata descansa sobre tres escalones que se denominan, en conjunto, "crepidoma", que sería el elemento básico para resolver la contradicción entre la natural irregularidad del sitio donde se levantaba el templo y la horizontalidad final de la superestructura. El escalón de arriba se conocía con el nombre de "estilóbato". En general, la crepidoma constaba de tres escalones, y éstos, en el siglo VI, parecen haber servido adicionalmente como simples gradas de acceso al templo. Sin embargo, este aspecto práctico fue abandonado posteriormente, a causa de la necesidad de mantener la proporción entre la crepidoma y la altura del templo, cada vez mayor. De este modo, en el siglo V el estilóbato se hallaba a una considerable altura sobre el nivel del piso circundante, y el acceso al templo se aseguraba merced a escalones intermedios, proporcionados a la escala humana. No siempre se utilizaron escalones intermedios suplementarios para compensar la altura de la crepidoma, sino también rampas.
Tanto las dimensiones del conjunto de la construcción como las de cada una de sus partes estaban perfectamente trabadas y relacionadas, no siendo independientes unas de otras, sino estando todas en función de una unidad de medida y armonía llamada "módulo". En general, el módulo es el radio o el diámetro de la columna en la base del fuste, y cada dimensión hace referencia o está relacionada con esta medida. Lo que los arquitectos griegos llamaban "eurythmia" es la determinación de las medidas generales y las de las partes en función del módulo. Vitrubio escribe que la eurythmia se obtenía al establecer "una justa proporción en las disposiciones generales del edificio, poniendo en relación la altura con la anchura, la anchura con la longitud, y haciendo concurrir también todos los detalles a la perfección del conjunto". La justa proporción es el valor de la relación de las dimensiones de las partes entre sí, entre el diámetro de la columna y su altura (en los templos dóricos, 5, 6 ó 7 veces el diámetro), entre el entablamento y la altura de las columnas y entre los intercolumnios. Lo que hemos dicho de la crepidoma se debe también a la eurythmia: si todas las proporciones del templo aumentaban, también debía hacerlo ella, abandonando así su primitiva función de escalera para convertirse en una parte más del conjunto arquitectónico y teniendo que ser suplida en cuanto a su función primitiva por escalones adicionales o rampas.
Los órdenes arquitectónicos
El elemento básico de la arquitectura griega es la columna, soporte por excelencia, que recibe el nombre de "stylos" (= algo que está de pie). El término columna que nosotros utilizamos procede del latín. Sobre ella se levanta siempre en Grecia un sistema arquitectónico adintelado, a base de vigas horizontales, lo que confiere a la obra una tremenda sensación de quietud, de serenidad y estabilidad. La columna y el conjunto de elementos que ésta soporta se pueden articular de diferente manera, a cada una de las cuales se le denomina "orden" o "estilo" arquitectónico. En Grecia existen tres: el Dórico, el Jónico y el Corintio.
El orden dórico es el más antiguo de todos, así llamado por creerlo una creación de los dorios. Fue utilizado sobre todo en la Grecia Continental y en la zona más occidental del mundo heleno: Sur de Italia (Magna Grecia) y Sicilia.
Tiene como base un pedestal con tres escalones, el superior conocido como estilóbato. La columna carece de basa y se asienta directamente sobre él. El fuste raramente es monolítico; lo más corriente es que se componga de tambores superpuestos. Está estriado en acanaladuras de arista viva en número variable de 16 a 24, generalmente desde el siglo V de 20. El diámetro del fuste mengua desde el estilóbato al capitel, pero esta disminución no se verifica de un modo regular, sino que el tronco de la columna se hincha ligeramente en el llamado éntasis. Antes de tocar el capitel, tres surcos del fuste señalan el cambio de elemento. El capitel consta de una moldura fina (collarino), un núcleo principal en forma de plato macizo (equino) y un prisma cuadrangular (ábaco) que remata la columna.
Encima del ábaco descansan tres miembros horizontales del entablamento: el arquitrabe, el friso y la cornisa. El arquitrabe no es sino una gran viga de piedra acostada sobre las columnas y generalmente carece de adornos. Sobre él, separado por una cinta fina llamada tenia, cabalga el friso, que es una segunda viga en cuyo interior alternan los triglifos (rectángulos divididos en tres listeles verticales por dos surcos y dos medios surcos) y metopas (losas cuadradas, lisas o con decoración pintada o esculpida). Al pie de cada triglifo se encuentra una varilla de piedra llamada régula adornada con gotas. La cornisa consta de un alero ancho (geisón), una moldura llamada sofito y una sima o cimacio, que admite decoración variada. En los lados menores del edificio existe, además de la horizontal, una cornisa ascendente que sigue la línea de doble vertiente del tejado y limita el gran triángulo del frontón.
El orden jónico nació en Asia Menor como producto griego con ligeras influencias orientales. La planta y la base son similares a las del orden dórico, pero la columna posee ya una basa. La basa jónica se compone de un plinto, tres pares de molduras convexas (baquetones) separadas por dos molduras cóncavas (escocias) y en lo más alto una gruesa moldura convexa (toro). La basa ática es más sencilla: dos toros separados por una escocia. El fuste tiene 24 acanaladuras verticales separadas por listeles. Carece de éntasis y suele ser monolítico. El capitel posee un equino cubierto de ovas, una voluta y un ábaco decorado con hojas o dardos.
En contraste con el arquitrabe dórico, que es liso, el jónico esta dividido en tres bandas horizontales llamadas fascias. El friso es corrido, permitiendo los relieves decorativos. Sobre los pórticos laterales del templo, donde resbalaba el agua de la lluvia, se encuentran cabezas de animal (gárgolas) que disimulan los horificios de desagüe. Tanto en las esquinas del edificio como en el vértice alto de los frontones, se levantaban grandes adornos en forma de monstruos o figuras humanas (acróteras). En cuanto a la cubierta, suele ser de tejado a dos aguas que descansa sobre un armazón de vigas maestras. En el tejado alternan las tejas en forma de "tégula" con los "imbrices", ambas de ladrillo en la época arcaica y de mármol en la clásica.
Es típico del jónico el sustituir, a veces, las columnas por mujeres u hombres que sostienen la techumbre. A estas esculturas se las llama cariátides o atlantes. En las auténticas cariátides, a diferencia de los atlantes, sus cabezas se unen al entablamento por medio de unas cestas florales que llevan sobre aquéllas, evitando así la sensación de esfuerzo.
El orden corintio. Casi es meramente el ornato la diferencia entre el jónico y el corintio. Este último es el más tardío en Grecia, no apareciendo sino después de la floración de los otros órdenes. Se justifica su origen recurriendo a la leyenda de que un día el orfebre Calímaco quedó sorprendido al ver en un jardín el bello espectáculo de que un brote de hojas de acanto creciera en torno a un cesto de ofrenda cubierto por una losa. Admirado del bello espectáculo decidió esculpirlo. Dícese también que este orden es un jónico evolucionado.
La columna corintia tiene base y fustes idénticos a la jónica pero su altura es mayor. El capitel es mucho mayor que los anteriores e igual a 2 1/3 módulos y en el orden es el que marca la distinción. Tiene la forma de una campana invertida, en cuya parte baja hay dos hileras de ocho hojas de acanto y de entre las hojas de la segunda hilera salen ocho caulículos o tallos de los que sobresale un cáliz de donde emergen las volutas que soportan los ángulos del ábaco. La flor central tiene la forma de palmera. En cada cara la moldura del ábaco está curvada hacia el exterior coincidente con las volutas del capitel. A veces, se presenta este capitel sin tallos ni volutas.
El entablamento del orden corintio mide1/5 del total del orden y su disposición es aproximada a la del orden jónico aunque con las molduras más acentuadas.

Correcciones ópticas.
Además de la coloración del templo, hay otro elemento importante a tener en cuenta: las correcciones ópticas que se observan en los templos dóricos y que son particularmente refinadas en el Partenón. Se trata de una desviación del paralelismo de las líneas que se explica por el deseo de los arquitectos de que las formas del edificio se adaptaran a la visión del espectador. Las principales modificaciones de este tipo observables en los templos dóricos son las siguientes:
1ª. Curvatura del estilóbato y del entablamento. Penrose opina que originariamente debió curvarse el entablamento para contrarrestar el efecto de pandeo provocado por la forma en pendiente del frontón y que, a fin de mantener uniforme la altura de las columnas, se había hecho seguir al estilóbato la misma línea así establecida.
2ª. Inclinación de las columnas hacia adentro para impedir la sensación de caída y crear el llamado efecto piramidal.
3ª. Éntasis. Se trata de un ligero engrosamiento de la columna para evitar el efecto de concavidad o fragilidad que acompaña siempre a las columnas totalmente cilíndricas.
4ª. Aumento del diámetro de las columnas de los ángulos. Parece haber respondido al deseo de anular el efecto de debilidad que se produce en ese punto, en el que frecuentemente se ve la silueta de la columna recortada contra el cielo.
5ª. Declive del arquitrabe hacia adentro.
6ª. Desigual distancia de los intercolumnios.